Cinco emociones

La garganta es un nudo desde el miércoles a la mañana. Por momentos pasa, pero sólo para volver al rato. El cuerpo duele. El cuerpo. La cosa pasa por el cuerpo. Se activa la memoria histórica física. Ya sentimos antes la política en el cuerpo.  Lo sentimos en esos discursos iniciales de 2003, cuando bajó el cuadro de Videla, o en las declaraciones desde el atril en Casa Rosada en la primera presidencia («¿Y ahora que irá a decir?»). Esas cosas tenían su consecuencia física en nosotros. No era, como hoy, el nudo en la garganta, era un cosquilleo en el estómago, una adenalina interna que aparecía mientras escuchábamos y veíamos como ese tipo corría otra vez y otra vez el límite al que estábamos acostumbrados. Kirchner nos pasa por el cuerpo. Ojalá no sea la última vez, ojalá que volvamos a sentir eso.

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¿Qué es «el proyecto»? Elegir, más que nada.  Elecciones binarias, casi siempre. A quien privilegiar, de que lado del mostrador ponerse, para donde inclinar la balanza. Kirchner fue eso. No escribió 20 verdades, ni propuso una Comunidad Organizada. Tampoco deja un recorrido previsible de por donde seguir, qué transformar y cómo hacerlo. Pero la sombra de Néstor va a aparecer detrás de cada decisión, cuando alguien desde la presidencia tenga que definir quien gana y quien pierde.  Para nuestro orgullo, desde el 2003, el gobierno eligió innumerables veces a los débiles, a las víctimas, a los excluidos. No es un programa, pero es un rumbo, es un norte.

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¿Se terminó el kirchnerismo? ¿Empezó el kirchnerismo? Las voces, las imágenes, la plaza de ayer no parece el fin de algo. No parece.  Parece la confirmación brutal y triste de que algo al final se había soldado entre Kirchner y la gente, más de lo que pensábamos nosotros mismos. Si en el Luna Park se había congregado un anillo de militancia joven, ayer se le sumaron varios anillos externos más. Pero tal vez sea, también,  la entrada final del kirchnerismo en el peronismo: veo a cinco tipos que llevan por el corredor de acceso, sobre sus hombros, una Virgen con fotos de Kirchner pegadas a los costados. O el santiagueño de cara curtida que cuenta que hizo 800 km para estar ahí. Y la marea de gente, que no paró de llegar. No parece el fin de algo, no parece.

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Hay una dimensión absolutamente inconmensurable, por lo inédito y por el volumen. «El primer presidente de Sudamérica» dijo Evo, como si fuera un chico que escribe una lección en el pizarrón, sin importarle que la maestra lo corrija, tontamente: «no..Evo, .secretario de la UNASUR». La cara desencajada de Lula, que vino a horas de que se juegue su propio proyecto político en Brasil. Eso no es protocolo, eso no es «acuerdo estratégico», eso es sentirse compañero.

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Que chiquitos, que poca cosa parecen los otros. Los que no pudieron ni acercarse a Cristina, los que se arrastraron pidiendo entradas para el velorio como si fuera un VIP de un desfile de moda. Muy poca cosa. A veces nos confundimos, porque todos aparecen en la tele, todos juegan el juego. Pero es una ilusión, la mayoría de las veces. Cuando aparecen los cuerpos, cuando los cuerpos se mueven, vibran, se manifiestan, la niebla se disipa. Y todo se ve más claro.

12 comentarios

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12 Respuestas a “Cinco emociones

  1. chinoclau

    te acordas cuando algunos decian «todo bien con los kirchner pero no enamoran?».

  2. En parte lo decía yo, también. Como también me sorprendió a mi mismo estar llorando su muerte. La política como racionalización, se rajó y entró la emoción. Las sensaciones corporales, como decía en el post. Ahora, como esto adentro, bien adentro, habrá que ver cómo se sigue. La cosa cambió para todos.

    • Carlos

      Me parece que lo que apareció claramente es la política cómo acto, como acción política de masas. La política cómo racionalización es algo que Néstor por suerte para todos los argentinos, jamás practicó.
      Saludos.

      • fedevazquez

        bue, pará. No era Pablo Neruda. Un líder político racionaliza la política las 23 horas por día. La diferencia es que algunos tienen un plus, enorme. Como Kirchner tantas veces, o como Chávez que pidió quedarse hasta el final, no por ningún cálculo o racionalización, sino por pasión, por sentimiento. Pero las dos cosas están presentes. Hay que entender esa diferencia sutil y relevante para no hacer cagadas. Abrazo

  3. Martín

    Ahora el kirchnerismo es un hecho masivo.

  4. Inés

    Excelente manifestación! has dejado plasmada la sensación de varios…gracias!

  5. Una emoción muy grande, mucho agradecimiento que ni sabíamos que teníamos adentro. Esto era la política.

    Nestor Kirchner


    Un abrazo grande
    Nacho

  6. TUA

    «…En la Casa Rosada usaba la mesa larga de reuniones, no el escritorio de la punta. Entonces extendía la mano derecha y la ponía perpendicular a la superficie, como si terminara de cortar algo, y bien cerquita del borde. “¿Ves?”, decía, y movía la mano para adelante y para atrás. “A la Argentina se la puede gobernar si uno se pone acá.” Y “acá” era, justamente, al filo.

    –Pero en el borde, ¿eh? Si te pasás y te caés del borde, eso no es democracia. O te caíste solo y te quedaste sin la gente. Ahora, si no trabajás en el borde no hacés nada. En este país para que las cosas mejoren un poquito más, y para que vayan mejorando siempre, hay que aplicar la misma energía que poníamos cuando pensábamos que íbamos a hacer la revolución. Y después darle fuerte todos los días…»

    http://www.pagina12.com.ar/diario/elpais/1-155853-2010-10-28.html

    Tremendo..
    Abrazos.

  7. César

    No enamoraban
    Ahora si
    El amor es así y la muerte también.

  8. Pato

    Que necesidad de ir al choque al pedo…. Hace falta decir :»Que chiquitos, que poca cosa parecen los otros.» Fiel a un estilo…. Es valido el esfuerzo por abandonar las dicotomias en este país. No somos nosotros contra los otros…. Somos todos un mismo país. Creo que un lugar desde el que se intenta generar conciencia demanda cierta responsabilidad de pluma.

    • fedevazquez

      Pato, es un país de dicotomías, hermano. Ojalá que no fuera así, pero es así.
      Primero decime como adjetivarías a Cobos, Macri o De Narváez (grandes hombres? estadistas? líderes populares?…)y después seguimos hablando.

    • Patota

      Si los medimos por sus actos, Fede fue muy gentil, con ese patrón no son chiquitos… simplemente no existen.

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