Estado de campaña

Planchadito todo ¿no? El shock del resultado pesa sobre todos, porque todos fueron, en algún punto, sorprendidos. Lo que inmoviliza a los opositores, más que los números, es la constatación de que su discurso y sus propuestas cayeron por un largo desfiladero del que difícilmente puedan ser rescatados. Política y campaña hubo y habrá, pero lo que no están pudiendo resolver es la derrota, ya no de los candidatos, sino de las ideas y posiciones sobre las cuales pensaban disputar el voto de la gente. Si las tapas de Clarín no voltean un gobierno, y desde hace tiempo hacen menos mella en la agenda política, el discurso de los dirigentes opositores (que se subordinaron de manera grosera a la estrategia mediática) corre la misma suerte: ya no produce efecto.

Ahora, ¿por qué? Se dice: ya no produce efecto porque el voto al gobierno fue de tal magnitud que saldó, de momento, la discusión política. Sin embargo, evidentemente, el problema existía antes de la elección. Lo único que pasó después del 14 de agosto (¡un mes!) fue la desazón de esa dirigencia al corroborar que algo se viene haciendo muy mal. Un dato no menor es que las oposiciones que son oficialismo en sus pagos chicos, el PRO y el FAP, tuvieron mejor sintonía, advirtieron algo de esto antes que los demás y por eso aparecen como las menos perdedoras del club. Su condición de gobierno, tal vez, les haya ayudado a percibir que el cóctel discursivo de anti corrupción, inseguridad, INDEC y algún otro tópico liviano no alcanzaba para cerrar el ciclo político kirchnerista. El PRO, refugiándose en su distrito, el FAP proponiendo hacia delante, diciendo “se puede hacer mejor”. Los dos, cuidándose de tener lecturas muy lineales respecto del oficialismo.

Más allá de los matices, todas las oposiciones se niegan a pensar el gran tema que instaló el gobierno, cada vez con más fuerza: el Estado. Pensemos: ¿No será ésa nomás la gran herencia kirchnerista? Ojalá. Es el mejor sueño, la mejor revolución posible. Tal vez, eso que nos cuesta nombrar, o que nombramos de tantas maneras (proyecto, modelo, “modelo”, nacional y popular y siguen las firmas) sea, sencilla y contundentemente, la creación de un Estado. ¿No es esa multiplicación del Estado lo que venimos respirando, lo que viene siendo visible en los últimos tiempos? ¿No es ésa la apuesta que puede ser mirada como estructural, como la política más coherente de estos ocho años?

La oposición no sabe qué hacer (es decir, no sabe qué haría si fuera votada) con el Estado robustecido por algunas políticas públicas. Ahí está la racionalidad escondida del voto de las PASO. Me incluyo entre quienes se confundieron en pensar con la lógica de la política autonomizada al momento electoral: ese clima de hartazgo con el kirchnerismo, de cansancio con su máquina cultural, con su camino al cielo a las patadas en el culo y demás. Y lo que se votaba, más simplemente, era la conducción de un Estado. Si el kirchnerismo es todavía hoy el único con un discurso y una práctica sobre eso, el 50,2% es casi poco. La estructura mental y operacional de las oposiciones no parece dar cuenta de eso, y hacen política con una visión pre kirchnerista, donde ser gobierno suponía niveles de negociación más pequeños, con actores sociales y económicos más disminuidos, con menos poder o con condiciones materiales más modestas. El “campo”, los sindicatos, los medios de comunicación, por poner los más evidentes, son hoy sectores de la política. Si bien esto ya era así, el crecimiento económico y la politización de la agenda durante estos años, hizo que cobraran relevancia en el debate cotidiano, que mostraran sus intereses de forma más clara. El «retorno de la política» fue  un objetivo y un logro del gobierno, pero inevitablemente habilita a todos a volver a ella, a usar la política para traccionar por sus intereses.  El que sea gobierno, el que conduzca el Estado, tiene ahora que tener las espaldas suficientes para esa múltiple negociación cotidiana, con el agregado de que ésta ya no se limita a los pasillos de palacio como podía ocurrir antes del 2003, sino que se desborda hacia fuera, en una discusión en voz alta y que por lo tanto interpela a toda la sociedad. Politización y democratización, podría teorizarse. Ahora, ¿quién de los opositores tiene las espaldas para hacerse cargo de ese escenario? La mayoría de los votantes se respondió que ninguno.

La pereza analítica, la comodidad o la mala leche, llevan a interpretar el momento político por la bonanza económica, con exclusión de casi toda otra variable. Más allá de la discusión de si viento de cola o motores propios, el impacto político (es decir, la traducción social de esa «realidad»)  se completa cuando ese escenario se traduce en mejores servicios: desde la AUH para los pobres al pasaporte en 1 hora en Ezeiza para los ricos. Lo que plebiscitó la gente es el uso de los recursos. ¿Cuál puede ser el efecto político de denunciar el “robo de la plata de los jubilados”, cuando la ANSES la pone en computadoras para los estudiantes secundarios? Los dólares sojeros a las antenas de la TDT. Y está bien, porque la simbología de la existencia de un Estado tiene que pasar por la televisión. La “María” de Cristina tiene que comer, tiene que tener su jubilación, o su pensión, o su casa, pero también, tiene que poder “verlo”.

La vuelta carnero después de la 125 y la crisis internacional, despejó el panorama, limpió el terreno para que detrás de la “batalla cultural” asomen las agencias estatales. Las nuevas estrellas de la política argentina. La Anses y Planificación Federal, como los nuevos ministerios de economía. Cada día que pasa, las falencias del kirchnerismo se miden por las dificultades o las taras, o las tardanzas por llevar ese proceso de “estatalidad” a los demás rincones de gobierno. ¿Qué grita el accidente de las vías de Flores? Que se viene, o se debería venir, el Ministerio de Transporte. El trabajo en negro está clavado arriba del 30%. El servicio de telefonía móvil sigue desregulado. Entonces, el nivel de “profundización del modelo” debería ser medido por el grado de creación de Estado, por el aumento de inteligencia estatal para resolver los problemas a la gente. Pero ojo, es algo bien pesado y de gran contenido ideológico, porque implica una disputa por los recursos. El Estado no se hace gratis, y su capacidad de llegada e «inteligencia» es inversamente proporcional al poder empresarial. Y es por eso que los sectores del poder económico se siguen resistiendo a dar los recursos para construir ese Estado. Cómo lo hicieron históricamente. La pelea de los próximos cuatro años va a seguir siendo esa. El gobierno ya se puso de un lado. Las oposiciones siguen haciéndose las distraídas.

19 comentarios

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19 Respuestas a “Estado de campaña

  1. Daniel

    Y no será que las mayorías le dan la espalda a la oposición porque saben que van a trabajar para hacer mierda (nuevamente) a ese Estado que tanto cuesta rehacer?

  2. Ladislao Fokas

    Interesante. El modelo como más Estado, o nunca menos y siempre más (Estado). El problema en ese sentido, es cierto, es que gran parte de la oposición calla que lo que quiere es MENOS Estado.
    La crítica mayor que se le ha hecho al gobierno viene por el lado de «¿y en ocho años no pudieron resolver x?» Y sí, ocho años parece mucho o poco, pero evidentemente puestos a sacar cuentas el electorado ponderó que lo que se hizo fue un montón, aunque también pondere que lo que falta es más. Y esa consigna, percepción, postura, me parece que la están leyendo en gobierno porque así lo dicen.
    ¿Cómo se avanza más rápido con las cosas pendientes pero intitucionalmente? No es cuestión de mandar por adjudicación directa el soterramiento del Sarmiento, sino preparar proyecto, consensuarlo, hacer las audiencias públicas, prever el financiamiento, cumplir los pasos técnicos y financieros, mandar a construir la tuneladora, traerla a Baires. El electorado, me parece, no se come más el spot de ‘quiero trenes YA’ porque se empieza a saber que el YA es contrario a cualquier institucionalidad y transparencia, y eso es lo que se ve claramente como contradicción en la oposición, por un lado muy republicanos pero por otro meten palos todo el tiempo en la ‘rueda’ de la velocidad de creación y construcción del Estado.
    Será que en octubre la ciudadanía le mostrará a la oposición que está cansada de palos en la rueda y le dará mayoría en el Congreso al oficialismo?
    Saludos
    Ladislao

  3. Pingback: Estado de campaña (via Acquaforte) « La primavera de los pueblos

  4. Daniel P. Delfino

    «Entonces, el nivel de “profundización del modelo” debería ser medido por el grado de creación de Estado, por el aumento de inteligencia estatal para resolver los problemas a la gente».
    Rescato este, como la frase fundamental de este excelente artículo. El supuesto implícito aquí es que el Estado resuelve problemas concretos. Entonces su multiplicación se traduce en solución a problemas concretos. Comparto cien por cien. He visto ya en varios foros cercanos al kirchnerismo que se le piden cosas a este espacio político. Y me parece bien. Se reconoce en este acto dos cosas. La primera es que al kirchnerismo se le pueden pedir estas transformaciones porque ya ha dado muestras de que puede lograrlas. No se le pueden pedir peras al olmo pero sí al peral. La segunda es que existe una mezcla de ansiedad y esperanza por ver que los próximos cuatro años van a ser igual de revulsivos, transformadores y positivos que los últimos ocho.
    Yo tengo esa esperanza. Creo que hay muchas cosas por resolver, algunas de ellas mencionadas en el artículo, como el transporte y el trabajo esclavo. Agrego vivienda, sistema financiero y salud. Y creo también que no hay en este momento otro espacio político que el kirchnerismo para hacerlas.
    Daniel

  5. VINE A TRUJUI (MORENO) A VER SI LLEGO EL FAMOSO PROYECTO POPULAR,CALLES DE TIERRAS HAY ACA MIENTRAS VOS SOS UN CARETA DE MIERDA.

    • Pedro RIco

      Es dificil responder a alguien que tiene que insultar para dar una idea, la misma nota dice que falta hacer, no se puede pavimentar todo magicamente, pero seguramente que los beneficios de la AUH, las jubilaciones a Gente sin aporte, el mayor empleo beneficio tambien a Trujui. Pero no tenes porque estar de acuerdo, una sola pregunta, este Gobierno fue el que saco el pavimento que habian hecho los anteriores gobiernos en Trujui?
      Saludos
      Pedro

  6. jose

    muy buena la nota, los de la oposición son impresentables, lo peor ya fueron gobierno y demostraron lo que son, el cambio de paradigma producido por Nestor y Cristina, no es otra cosa que volver a la fuente de Evita y Perón, lean un poco y veran la realidad de esos discursos y estamos hablando de 60 años atras.

  7. Es muy bueno el articulo, el Kirschnerismo le devolvió al estado el rol que jamas debió perder, es un logro que hay que saber reconocer, ahora los ciudadanos queremos un mejor estado, uno que controle mejor, que asigne mejor las prioridades y que piense a 20 años de plazo., sin estridencias.

  8. peca

    Ojo!!!! en los pagos chicos, como la provincia de Santa Fe hay mas «Estado» pero sin «casos de corrupción»… que no les parezca poco al los porteños «ombligos del mundo»… y da la casualidad que el que lo viene haciendo hace 20 años desde Rosario en una provincia «multi-peronista» (Reviglio – Vernet – Rueteman) ahora en el Gobierno provincial y casualmente ahora con el mismo equipo candidato a presidente.

  9. Gran forma de entender la «cuestión k» (¿casi una nueva inefabilidad, al ladito de «qué es el peronismo»?). Parece creíble que la polarización y el maniqueísmo al que nos venimos acostumbrando tenga que ver con esa simple dicotomía histórica: Estado fuerte vs. Estado débil. El Estado ha vuelto y es patrimonio kirchnerista. Y éste es el desafío: ojo con los «patrimonios».
    Propongo una pequeña salvedad: el socialista Hermes Binner merece quedar a un lado de esa bolsa de oportunistas liberales llamada oposición.
    @7rojo

  10. Te felicito, coincido con tu analisis. El voto deberia ser el instrumento que permita aprobar (o vetar) esas soluciones que debe dar el Estado para los problemas concretos. En su momento, ese control se dejo en manos de la oposicion (hablo del congreso), hoy, a la luz de los resultados electorales, se quita ese poder a la oposicion, para avanzar mas rapido a la solucion de los diversos problemas que se deben afrontar. Mientras el mundo se cae a pedazos (Fito dixit) y el mercado no encuentra soluciones, nosotros elegimos ir de la mano de un Estado (que guste o no) acompaña, propone, interviene, pero fundamentalmente, DISCUTE a viva voz, y no en rincones a los que hace unos años atras, no teniamos acceso.
    Saludos

  11. Noel

    Creo que, si bien hay algunas cosas rescatables de la gestion de NK, de ella sólo se rescata la Asignación por hijo, cuyo proyecto original, aunque no les guste, es de la oposición. Me avergüenza que mientan, porque no es UNIVERSAL. Mi hijo no recibe nada, ni un centavo, y es un niño como cualquier otro. Por otra parte, tampoco soporto el «roban pero hacen». Han enriquecido sus arcas descaradamente y NADIE rinde cuentas… De la justicia, mejor ni hablar: Menem es declarado inocente en una causa que lleva 16 años. (suena como un chiste de mal gusto y sienta un precedente que da escalofríos) … en este momento no hay NI UN político preso (por qué será?)… una VERDADERA materia pendiente, no sólo de este gobierno, sino de TODOS los anteriores también, es la pobreza estructural. Cómo puede ser que, llegando al 2012, haya zonas sin agua potable, sin red de gas natural…??? cómo puede ser que haya chicos muriendo por desnutrición? Puede ser, solamente, porque al gobierno de turno le conviene, porque desde que tengo memoria los politicos USAN a los pobres para sus fines. No estoy totalmente de acuerdo con el artículo, sí con algunas cosas. Lamentablemente la ultima década me huele a 90s: corrupción, mentiras, manipulaciones, pobres, falta de inversión, un sistema de salud colapsado, un sistema de justicia adicto que brilla por su ausencia… NO HAY VOLUNTAD POLITICA para revertir ésto. Brindo por el que piensa distinto, no le pego en una plaza. Saludos!

  12. Mostrik

    Excelente. Soberanía política y económica fueron consignas que aprendí del PI en los 80’s y tuve que desahuciar en los 90’s, utopías que nunca vi realizadas y que ahora son creíbles. Y el lugar desde donde se ejercen es el estado, por definición misma de lo que significa soberanía. Por eso el sometimiento de una administración a los poderes fácticos es la negación de entidad para el estado. Y hubo una época en la que nos acostaron muy sagazmente con la hipocresía del estado «solo salud-seguridad-educación», quien quiera recordar recuerde. Creo que en esta actual oposición tan bien patrocinada, la defensa del estado sería impracticable, porque ya lo tienen vendido y comprometido, no podrían nunca morder la mano que los sostiene y les da prensa. Todo sería mas fácil si la necesidad de un estado fuerte e «inteligente» no fuera motivo de discusión ni de escozores. Por eso creo que hace falta seguir pateando culos. No nos olvidemos de toda la gente que fue necesario no patear sinó matar para que Joe sembrara el huevo de la serpiente.

  13. Damian

    Mientras se acomoda el modelo kirchnerista mucha gente sigue sangrando. Este es el gran reclamo

  14. Sebas

    Fede, como siempre, un placer leerte. Estás súper afilado en este post. Concuerdo con » lo que no están pudiendo resolver es la derrota, ya no de los candidatos, sino de las ideas y posiciones sobre las cuales pensaban disputar el voto de la gente».
    Ahora frente a tu pregunta «¿quién de los opositores tiene las espaldas para hacerse cargo de ese escenario (de Politización y democratización)? asumís que de llegar al gobierno la oposición disputaría desde el escenario actual. Yo creo que cuando cristalice una oposición con posibilidades reales de disputar espacios de poder desde lo ideólogico y no desde lo personalista, va a ser aquella que plantee un cambio de escenario, con achicamiento del estado y ortodoxia económica incluída.

    Te mando un abrazo.
    Seba

  15. María Clara

    Como escuché en una discusión entre Enrique Pinti y Alejandro Dolina, y comparto aquí con ustedes, es que este gobierno pudo traducir su discurso político en acciones de gestión concretas. No todo movimiento político, resuelve desde la gestión, por la simple razón de los intereses que se defienden y la desidia que reina. Y si, para mi falta mucho por hacer, pero también develar, ejemplo: la complicidad con la industria minera, que es un tema que aún genera mucho ruido y no está claro cual es el papel del Estado en la regulación de esta actividad.-

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